Así somos las mujeres,
complicadas e impredecibles, nos cansamos rápido, por eso amamos las sorpresas
y los detalles... La cosa es que nos gustan los cambios, pero al tiempo que
nosotros queramos; nos gustan los extremos, pero dependiendo del tema elegimos
si claro o muy oscuro; nos gusta que nos digan que somos complejas pero depende
del momento y el tono que utilicen.
Por eso es que un día peleamos (porque queremos) y al otro día somos sólo dulzura, un día los queremos cursis a morir y al otro casi los matamos por tanta baboseria; un día amamos a mamá hasta el cielo aunque justo ese día haya hecho algo que dañó el outfit de la rumba... Un día queremos hablar y hablar con nuestras amigas y al otro no nos entendemos con ellas y cualquier comentario termina siendo discusión.
En fin, casos tengo mil, pero sería aburrido contarlos todos, además ya entendieron el punto ¿no? Somos así porque nos gusta, no por inseguras o desubicadas... Al contrario, es porque siempre queremos de todo un poquito y muy distinto a los hombres sí encontramos gran diferencia entre fucsia, rosa, morado, terracota y púrpura; somos el sexo de los detalles.
Pero qué pasaría si no fuéramos así, por lo menos de ves en cuando -porque sé que hay unas que como yo exageramos- seríamos un amigo más, no tendrían ustedes en qué utilizar la creatividad -que usan a veces para contentarnos-, no tendrían cómo fortalecer la paciencia, no amarían tanto ser hombres, no añorarían -si un día tiene hijos- otro hombre en casa, no se reirían de las incoherencias decimos, luego corregimos y no aceptamos en una pelea.
Entonces ustedes en medio de todo disfrutan de nuestra rareza; aguanten un poquito que queriendo todo se puede y hagan lo que pedimos -dentro de unos límites- que igual saben que cuando lo cumplan seremos un mar de amor y también se les dará gusto, y dejen de sorprenderse cuando sucede un nuevo tipo de cambio bipolar o así ... entiendan que sí puede haber otra pelea -por lo mismo- durante la reconciliación, que definitivamente no son diez minutos los que faltan para estar listas, que si pedimos amor -besos, abrazos, una escapadita- es para ya y no para cuando termine la conversación con los amigos, entiendan que somos diferentes a usted y que eso es lo que realmente le pone emoción a la relación.
PD: hoy estoy feminista porque sí, porque no tengo pareja que me consienta tanto y entonces utilizo la psicología inversa, como si sí existiera ese alguien.
Por eso es que un día peleamos (porque queremos) y al otro día somos sólo dulzura, un día los queremos cursis a morir y al otro casi los matamos por tanta baboseria; un día amamos a mamá hasta el cielo aunque justo ese día haya hecho algo que dañó el outfit de la rumba... Un día queremos hablar y hablar con nuestras amigas y al otro no nos entendemos con ellas y cualquier comentario termina siendo discusión.
En fin, casos tengo mil, pero sería aburrido contarlos todos, además ya entendieron el punto ¿no? Somos así porque nos gusta, no por inseguras o desubicadas... Al contrario, es porque siempre queremos de todo un poquito y muy distinto a los hombres sí encontramos gran diferencia entre fucsia, rosa, morado, terracota y púrpura; somos el sexo de los detalles.
Pero qué pasaría si no fuéramos así, por lo menos de ves en cuando -porque sé que hay unas que como yo exageramos- seríamos un amigo más, no tendrían ustedes en qué utilizar la creatividad -que usan a veces para contentarnos-, no tendrían cómo fortalecer la paciencia, no amarían tanto ser hombres, no añorarían -si un día tiene hijos- otro hombre en casa, no se reirían de las incoherencias decimos, luego corregimos y no aceptamos en una pelea.
Entonces ustedes en medio de todo disfrutan de nuestra rareza; aguanten un poquito que queriendo todo se puede y hagan lo que pedimos -dentro de unos límites- que igual saben que cuando lo cumplan seremos un mar de amor y también se les dará gusto, y dejen de sorprenderse cuando sucede un nuevo tipo de cambio bipolar o así ... entiendan que sí puede haber otra pelea -por lo mismo- durante la reconciliación, que definitivamente no son diez minutos los que faltan para estar listas, que si pedimos amor -besos, abrazos, una escapadita- es para ya y no para cuando termine la conversación con los amigos, entiendan que somos diferentes a usted y que eso es lo que realmente le pone emoción a la relación.
PD: hoy estoy feminista porque sí, porque no tengo pareja que me consienta tanto y entonces utilizo la psicología inversa, como si sí existiera ese alguien.
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