De ti me
quedaron las mariposas que revolcaban mi estómago cada vez que te iba a ver,
aunque ahora que están en el corazón causan es dolor...
De ti me
quedó la sonrisa después de cada beso, que ahora se pronuncia en el leve muy
leve recuerdo...
De ti me
quedaron las ganas de entender aunque sea un poquito de lo que no conozco,
aunque ahora sólo quiero profundizar lo que aprendí contigo...
De ti me
quedó el brillo en los ojos, aunque ahora es más por las lágrimas, que por
felicidad...
De ti me quedaron
las ganas de pelear por todo y por nada para recibir o dar un "beso
sincero"...
De ti me
quedó lo malo y lo bueno, las preguntas, y las respuestas a dudas que no sabía
que tenía...
En ti se
me quedaron las ganas de amar con cabeza, alma y corazón y no precisamente en
ese orden de importancia, porque como todo, lo hago siempre al
revés...
En ti
dejé estúpidamente todo, lo más chistoso es que fue por mi decisión y estuve
tentada, por los recuerdos, el eco de las risas y el sabor tuyo en mis labios,
para volver, con la determinación suficiente para recogerlo todo y empezar de
cero, pero juntos...
Como no
fue así, entonces me tocó solita y aquí estoy empezando a reorganizar ideas,
sentimientos, prioridades, para que puedas estar fuera, porque sigues más
adentro de lo que debes, y estoy chuleando lo que me dejaste y lo que te dejé,
para darme cuenta que todo lo tuyo, y lo que fue de nosotros, tiene que estar
tan lejos como tú, aunque no contigo, porque eso está claro.
Entonces
gracias por lo que quedó... mentiras, gracias de qué si antes que yo ya
lo habías borrado; nada de lo que fue nos pertenece y aunque no parezca ni me
lo crea, eres más del pasado que de cualquier parte y ahí es donde te voy a
dejar.
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