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viernes, 30 de mayo de 2014

Carta para los que prentenden entender el género femenino





Así somos las mujeres, complicadas e impredecibles, nos cansamos rápido, por eso amamos las sorpresas y los detalles... La cosa es que nos gustan los cambios, pero al tiempo que nosotros queramos; nos gustan los extremos, pero dependiendo del tema elegimos si claro o muy oscuro; nos gusta que nos digan que somos complejas pero depende del momento y el tono que utilicen. 

Por eso es que un día peleamos (porque queremos) y al otro día somos sólo dulzura, un día los queremos cursis a morir y al otro casi los matamos por tanta baboseria; un día amamos a mamá hasta el cielo aunque justo ese día haya hecho algo que dañó el outfit de la rumba... Un día queremos hablar y hablar con nuestras amigas y al otro no nos entendemos con ellas y cualquier comentario termina siendo discusión.   

En fin, casos tengo mil, pero sería aburrido contarlos todos, además ya entendieron el punto ¿no? Somos así porque nos gusta, no por inseguras o desubicadas... Al contrario, es porque siempre queremos de todo un poquito y muy distinto a los hombres sí encontramos gran diferencia entre fucsia, rosa, morado, terracota y púrpura; somos el sexo de los detalles. 

Pero qué pasaría si no fuéramos así, por lo menos de ves en cuando -porque sé que hay unas que como yo exageramos- seríamos un amigo más, no tendrían ustedes en qué utilizar la creatividad -que usan a veces para contentarnos-, no tendrían cómo fortalecer la paciencia, no amarían tanto ser hombres, no añorarían -si un día tiene hijos- otro hombre en casa, no se reirían de las incoherencias decimos, luego corregimos y no aceptamos en una pelea.

Entonces ustedes en medio de todo disfrutan de nuestra rareza; aguanten un poquito que queriendo todo se puede y hagan lo que pedimos -dentro de unos límites-  que igual saben que cuando lo cumplan seremos un mar de amor y también se les dará gusto, y dejen de sorprenderse cuando sucede un nuevo tipo de cambio bipolar o así ... entiendan que sí puede haber otra pelea -por lo mismo- durante la reconciliación, que definitivamente no son diez minutos los que faltan para estar listas, que si pedimos amor -besos, abrazos, una escapadita- es para ya y no para cuando termine la conversación con los amigos, entiendan que somos diferentes a usted y que eso es lo que realmente le pone emoción a la relación. 

PD: hoy estoy feminista porque sí, porque no tengo pareja que me consienta tanto y entonces utilizo la psicología inversa, como si sí existiera ese alguien. 

lunes, 26 de mayo de 2014

Las cosas en su lugar

De ti me quedaron las mariposas que revolcaban mi estómago cada vez que te iba a ver, aunque ahora que están en el corazón causan es dolor...


De ti me quedó la sonrisa después de cada beso, que ahora se pronuncia en el leve muy leve recuerdo... 


De ti me quedaron las ganas de entender aunque sea un poquito de lo que no conozco, aunque ahora sólo quiero profundizar lo que aprendí contigo... 


De ti me quedó el brillo en los ojos, aunque ahora es más por las lágrimas, que por felicidad... 

De ti me quedaron las ganas de pelear por todo y por nada para recibir o dar un "beso sincero"... 


De ti me quedó lo malo y lo bueno, las preguntas, y las respuestas a dudas que no sabía que tenía...


En ti se me quedaron las ganas de amar con cabeza, alma y corazón y no precisamente en ese orden de importancia, porque como todo,  lo hago siempre al revés... 


En ti dejé estúpidamente todo, lo más chistoso es que fue por mi decisión y estuve tentada, por los recuerdos, el eco de las risas y el sabor tuyo en mis labios, para volver, con la determinación suficiente para recogerlo todo y empezar de cero, pero juntos... 


Como no fue así, entonces me tocó solita y aquí estoy empezando a reorganizar ideas, sentimientos, prioridades, para que puedas estar fuera, porque sigues más adentro de lo que debes, y estoy chuleando lo que me dejaste y lo que te dejé, para darme cuenta que todo lo tuyo, y lo que fue de nosotros, tiene que estar tan lejos como tú, aunque no contigo, porque eso está claro. 


Entonces gracias por lo que quedó...  mentiras, gracias de qué si antes que yo ya lo habías borrado; nada de lo que fue nos pertenece y aunque no parezca ni me lo crea, eres más del pasado que de cualquier parte y ahí es donde te voy a dejar. 

sábado, 17 de mayo de 2014

Para los que lloramos porque sí y porque no


 
No sé ni cómo empezar - son las 2AM y acabo de ver una chick flick- es que estoy llorando y tantas cosas en la cabeza no me dejan ni siquiera describir la sensación que siento la mayoría del tiempo cuando estoy "sensible".




Eso de la sensibilidad sí que es cosa rara, porque siento que siempre estoy así, con los seis sentidos despiertos a la espera de momentos, pieles, aromas, colores, voces y sabores, todos en un punto medio, como lo dulce y lo amargo, porque pocas veces se sienten los extremos. 
 

Y sí, definitivamente son seis, porque ese último es el resumen de los otros cinco, es el que te hace sentir humano, el que te hace más persona, el que te hace sentir la realidad de los otros, pero ese sentir del alma y del corazón.  
 
Sensibilidad es la palabra más similar que encuentro a mis sentimientos cuando lloro, además que es la me dicen siempre todos los que están conmigo en momentos así, "eres muy sensible Crespi, hija o Dani", por eso se los digo de esta manera. 
 



Lo bueno, es que sé que no soy la única o que más bien, todos tenemos ese lado sensible, que se desborda en algunas situaciones, aunque de diferentes maneras, porque a veces también estoy sensiblemente malgeniada - jajaja me da hasta risa acordarme- o simplemente me quedo callada, pero si estoy en confianza y puedo llorar mi mejor forma de liberarme es esa, definitivamente. 
 



Pero aquí -como en todo hay un pero- llega el problema y es cuando estás con alguien y tienes que desahogarte y llorar, justo esa persona es la que te dice "pero no llores" o "no llores por esa bobada" o "pueden pasar cosas peores, piensa en eso", esas personas me joden, en serio prefiero que se queden calladas, será que nunca me va a tocar encontrarme con una amiga que me diga "crespa grita" o "llora más fuerte"o "pégale a esta almohada hasta que se desplume" o "vamos a correr ya mismo, así mientras lloras, para sentirte más libre" ... ¿De verdad pido mucho? 
 



Un día escuché una conversación en el que un papá hablaba con su amigo, mientras su hijo pequeño lloraba, el amigo le decía: "cálmelo, que pesar, además de que no le dio el dulce, lo deja ahí llorando delante de todo el mundo" -estaban en un sitio público- y el papá le respondió: " no tengo porque quitarle el derecho a llorar, es un sentimiento natural, hay que dejarlo y la demás gente es lo de menos". 
 



Tiene toda la razón el señor, no tiene nada de malo llorar y me molestan los que siempre están diciendo que es que hay que reír todo el tiempo y que "no llore, no llore"... Pues no, es que así como uno a veces tiene carcajadas de risa, pues también tiene ataques de llanto y debe ser igual de normal, así como la risa -y todo lo demás- las lágrimas también se acaban; en serio no se vuelvan cansones con eso. 
 



Ya sé que hay personas que viven situaciones mucho más difíciles que la mía, que hay personas cerca, lejos y hasta las que no nos imaginamos que tienen "verdaderos motivos" para sufrir, pero el hecho de que otros sean más o menos desgraciados, el hecho de que yo llore por un "amor" y otros lloren por sus padres, no quiere decir que lo mío no sea importante; además cada quién llora lo suyo y lo de sus cercanos, no puedo estar llorando o dejando de llorar lo de el resto del planeta, porque no me alcanzaría el agua del organismo o por el contrario sería más lágrimas reprimidas que persona.  
 



Tampoco sean de los que van por la calle y ven a alguien llorando y se quedan como unos bobos mirando, está bien hay que preocuparse por el prójimo, pero mantenerse atrás de la delgada línea entre ser solidario y ser curioso.  
 



Las situaciones muchas veces hay que llorarlas, las alegrías, las tristezas, las iras, en fin cada quién a su manera; así que lloren cuando sea necesario, lloren hasta cuando sólo quede el ruido de la respiración y no hayan más lágrimas; lloren hasta que sientan un descansito en el alma y un dolor de cabeza terrible; lloren hasta que se vean muy feos y con el maquillaje regado, mientras se ponen luminosos los ojitos; lloren con el alma, como si en esas lágrimas estuvieran botando todo el sentimiento. 


Dejen llorar a los demás, hágalo desahogarse y sacarse la pena a gritos, pellizcos, golpes al colchón, abrazos a la almohada, cualquier cosa sana que no nos hará daño y por el contrario, nos hará sentir mejor tarde que temprano. 
 

Y por último nunca te arrepientas de haber llorado, aunque todo con el tiempo esté superado y el tema ya no sea motivo de llanto, no te arrepientas, piensa que lo hiciste por ti, por sentirte mejor, por el alivio que te dio después de todo; así dejas de llorar por personas o cosas que no valen la pena y empiezas a hacer más cosas por ti. Y si algunos les parece un "lavado de cerebro" muy bobo, entonces hágalo por quién sea pero no se arrepienta, que llorar es tan bueno como reír, al final es sentir que somos humanos. 
 
PD: los momentos de melancolía son inspiradores, aprovéchelos para hacer algo en lo que sea bueno o no tanto -ya usted decide- ... como sea, esos momentos siempre terminan sirviendo para algo. 

miércoles, 14 de mayo de 2014

¿Amor a primera vista?



No creo mucho en el amor a primera vista, aunque a veces me la pase diciendo que lo encuentro, son simples bromas de amigas y la reacción tonta de que vi un papacito que físicamente cumple con todas mis exigencias y las supera, porque ojo, si es amor a primera vista es que las supera. 


No creo en esa fantasía –respeto a los que sí- porque el amor por una persona está compuesto más por la afinidad entre personalidades, actitudes y pensamientos, que por atracción simplemente física; hasta donde tengo entendido de lo último es de lo que se trata el famoso amor a primera vista, famoso porque se ve más el películas que en la vida real.


 Aquí pensando en películas -entre esas las que yo vivo-  debo retractarme un poco, porque no siempre se trata de afinidad sino de lo contrario de tolerar todas las diferencias de la persona que comenzó por gustarte y ahora simplemente quieres.


Por otra parte no se dejen desencantar por los que pensamos como yo y somos poco románticos –por épocas, o mejor por situaciones- , porque total, como todo en su vida solo depende de ustedes y pueden crear un significado nuevo para el “amor a primera vista”, que se aplique en un caso así…


Vieron a la persona (hablaré de algunas características que varían según sus gustos),  les encantó la sonrisa, tiene unos ojos divinos, el color de piel deseado, está bien de nalgas, cabello sedoso, huele delicioso, se viste muy bien y tiene perfecta estatura; sumándole algo especial como los huequitos cuando sonríe o pecas como les gustan o un lunar muy sexy o las pestañas larguísimas –detalles que cuentan doble, porque no siempre el que cumple con lo primero, tiene además todo esto- .


Cruzaron miradas; no tiene a otro al lado, lo que a simple vista nos haría creer que está soltero y por X o Y lo conocen, hablan, quedan en salir, la atracción es mutua y la segunda parte, esa que no se ve y solo se escucha, se siente y se comparte con el tiempo, también estuvo bien y llegaron al paso del enamoramiento, entonces ¡adelante, di que es un amor a primera vista! aunque hayan pasado semanas o meses mientras se conocían.


Eso suena tan bonito y seguro que alguno le ha pasado; yo he llegado hasta el punto de la miradas y cuando me invita a bailar en medio de la fiesta resulta siendo un completo imbécil, al que no dan ganas de hablarle más, ese mismo por el que le pides a tus amigas que te salven y al que le escribes mal el número de tu celular y si es posible terminas cambiándote el nombre. 


En fin, para todo lo del amor, para que no les dé tusa, para que no la embarren muy rápido, para que disfruten su relación sentimental y para que no se ilusionen, tengan siempre presente: “antes de exigirle a vuestro corazón que ame, exige a vuestra razón motivos justos de estima” frase que me ha repetido mi mamá en los últimos seis años, y por no aplicarla a veces me ha ido una mierda, ustedes verán.